Todos hemos escuchado la frase “Mantener en el camión”. Pero suplica la pregunta de dónde comenzamos a camiones. Muy bien podría haber sido la versión de transporte de carga del modelo venerable T Ford.
Copart cuenta actualmente con un camión de cama plana modelo T y un camión de panel para subastar, por lo que pensamos que era una gran oportunidad para mirar atrás la historia y el legado del modelo T.
Modelo T Ford Wagon
El modelo T Ford fue el primer automóvil producido en masa utilizando la línea de montaje en movimiento de Henry Ford. La eficiencia impulsada por los automóviles hechos a mano hizo que el modelo T rentara a la creciente clase media estadounidense. Se pudo obtener un modelo T por $ 260 a $ 850. A menudo, eso fue unos meses de salarios para la familia promedio de clase media.
Se conoce popularmente como la “lata Lizzy”, el modelo T depende de un motor de 4 cilindros que arranca 20 caballos de fuerza y una velocidad de extremo superior de alrededor de 40 a 45 millas por hora. Uno de sus mayores competidores tempranos tenía solo 1 a 4 caballos de fuerza, porque dicha competencia era un caballo o un vagón tirado por los caballos. El automóvil funcionó con el acelerador en el volante, una transmisión de tres velocidades (si cuenta atrás) y la tracción trasera.
Modelo T Ford Planado.
Henry Ford quería democratizar el auto y obtener ruedas bajo los estadounidenses, y él tuvo éxito. El primer modelo T se entregó en octubre de 1908, y la producción continuó hasta mayo de 1927. Durante ese tiempo, se hicieron un modelo estimado de 15,000,000 TS.
Y fueron hechos para una gran cantidad de aplicaciones. Junto con los modelos como un automóvil de gira de cinco asientos, un automóvil de siete asientos, y un runabout de dos asientos, se hicieron mucho para fines de trabajo para los hombres de mantenimiento, los agricultores y los automovilistas de entrega, como los que se encuentran para la subasta. Otras aplicaciones incluyen autos de carreras, vehículos todoterreno e incluso vagones. El motor modelo-T incluso apareció en los botes eléctricos tempranos.
En el camino, el modelo T se convirtió en un amado RattleTrap tanto burlado como conmemorado en ficción, canción y poesía. Tales esfuerzos artísticos arraigan el modelo T en la cultura estadounidense que sigue teniendo un asunto de amor con los automóviles de todo tipo.
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